miércoles, 19 de junio de 2013


Primera lectura: Za 12,10-11;13,1

Así dice el Señor: «Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de clemencia.
 
Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán llanto como llanto por el hijo único, y llorarán como se llora al primogénito.
 
Aquel día, será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Hadad-Rimón en el valle de Meguido.»
 
Aquel día, se alumbrará un manantial, a la dinastía de David y a los habitantes de Jerusalén, contra ados e impurezas.
 
Palabra de Dios

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