domingo, 17 de marzo de 2013

SALMO RESPONSORIAL

Sal 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
 
Al verme, se burlan de mí, hacen visajes,
menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;
que lo libre, si tanto lo quiere.» R.
 
Me acorrala una jauría de mastines,
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos. R.
 
Se reparten mi ropa, echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R.
 
Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alabadlo; linaje de Jacob,
glorificadlo; temedlo, linaje de Israel. R.
 
 

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