lunes, 25 de marzo de 2013


Salmo Responsorial

El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo.

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R.
 
Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas. R.
 
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. R.

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