miércoles, 3 de abril de 2013


Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan 20,19-31
 
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con
las puertas cerradas por miedo a los judíos.

Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

- Paz a vosotros.

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió:

- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:

- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
- Hemos visto al Señor.

Pero él les contestó:

- Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos.
 
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

- Paz a vosotros.

Luego dijo a Tomás:

- Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente.

Contestó Tomás:

- ¡Señor mío y Dios mío!

Jesús le dijo:

- ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos.

Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que,creyendo, tengáis vida en su nombre.
 
Palabra del Señor
 
Gloria a Ti Señor Jesus

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