Segunda    Lectura
Lectura de la    carta a los hebreos (10,    5-10)
 Hermanos:
Al entrar al    mundo,  Cristo dijo, conforme al salmo:  No quisiste víctimas ni ofrendas;  en cambio, me has dado un  cuerpo. No te agradan los  holocaustos ni los sacrificios  por    el pecado; entonces dije  —porque a mí se refiere la  Escritura—: “Aquí estoy, Dios  mío; vengo para hacer tu voluntad”.
 Comienza por decir:
“No quisiste    víctimas ni ofrendas,  no te agradaron los holocaustos  ni los sacrificios por el pecado”, siendo así que eso es lo que pedía la ley—; y luego añade:
“Aquí estoy,    Dios mío; vengo para hacer tu voluntad”.
 Con esto, Cristo suprime  los antiguos sacrificios, para  establecer el nuevo. Y en  virtud de esta voluntad, todos  quedamos santificados    por  la ofrenda del cuerpo de  Jesucristo, hecha una vez  por todas.
Palabra de    Dios.
Te alabamos,    Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario